La incongruencia no deberรญa tener cabida en un deporte que aspira a desarrollarse, pues actรบa como el freno al progreso. Es evidente que la actual versiรณn de la segunda divisiรณn del fรบtbol panameรฑo, denominada Liga Prom, es una amplificaciรณn de esta misma incongruencia. A pesar de su denominaciรณn como โLiga de Promociรณnโ, su impacto en la promociรณn
deportiva es escaso.
Desde sus inicios en 2021, la Liga Prom ha carecido de una estructura estable y de un enfoque claro hacia la promociรณn y competitividad deportiva. Este dรฉficit produce prรกcticas que dificultan el desarrollo del fรบtbol, limitรกndolo a zonas de comodidad que obstaculizan la formaciรณn de talento y lo exponen
a riesgos como los amaรฑos, en contravenciรณn con los principios fundamentales de un fรบtbol evolutivo. Cifras oficiales apuntan a 518 jugadores amateurs en Liga Prom. Los aficionados devengan un equivalente a $100 mensuales o un apoyo significativo de similar valor y asรญ juega el 85% de la poblaciรณn total. Es decir, solo un 15% del grupo de jugadores Prom, gozan de un contrato profesional. De los 97 profesionales, meramente 15 ganan mรกs de $500 mensuales. ยฟEs esto una verdadera segunda divisiรณn?
La Liga Prom ha operado como una categorรญa sub-20 complementada con refuerzos sin lรญmite de edad. En estos cuatro aรฑos, solo un club, Umecit FC, consiguiรณ un ascenso deportivo. Aunque destacable, este logro puso de manifiesto una estrategia basada en la experiencia por encima del desarrollo formativo,Si bien esto permitiรณ alcanzar objetivos especรญficos a nivel de club, tambiรฉn revelรณ una desconexiรณn entre los objetivos de promociรณn formativa y los de competitividad naturales a una Liga Prom que deberรญa nutrir a la LPF. Este modelo dual resulta incompatible, como lo demuestran los casos de paรญses con sistemas futbolรญsticos consolidados en Amรฉrica Latina y Europa, donde las reservas y las categorรญas competitivas tienen roles diferenciados.
La convivencia de nortes opuestos, formaciรณn y ascenso, genera un conflicto que afecta tanto a la Liga Prom como a la LPF. Lo dicho, debilita la competitividad del fรบtbol profesional panameรฑo.
Esto seรฑala FIFA sobre ascensos y descensos: โEl derecho de un club a participar en un campeonato de liga nacional dependerรก principalmente del mรฉrito deportivo. Un club se clasificarรก para un campeonato de liga nacional permaneciendo en cierta divisiรณn o siendo promovido o relegado a otro al
final de una temporada
El panorama exige un replanteamiento urgente. La segunda divisiรณn debe recuperar su esencia como espacio de verdadera competencia, donde los clubes puedan desarrollarse y fortalecerse en un entorno que fomente la excelencia. El fรบtbol requiere superar las zonas de confort que, hoy por hoy, limitan su crecimiento.