AFUTPA, vigilante de los deberes y derechos de los futbolistas en Panamá, ha buscado siempre, de manera inmediata o progresiva, mejorar el entorno industrial en el que viven nuestros atletas. En consonancia con lo expresado, en una notificación enviada este pasado marzo, le recordamos a la FEPAFUT y la LPF lo pactado y firmado en las mesas de negociaciones de 2021, donde se acordó en la Convención Colectiva la viabilidad de aumentos salariales al monto mínimo mensual que devengan los futbolistas profesionales tanto en la LPF como en la Liga Prom y LFF. En la nota hemos hecho la solicitud formal que busca aumentar el salario mínimo profesional en Panamá, en un 34%.

Además de lo pactado en la Convención Colectiva, resulta incomprensible que, en un contexto de aumento sostenido del costo de vida, nuestros futbolistas profesionales deban conformarse con un salario mínimo mensual de $366.00. Esto, en un país donde la inflación ha elevado la canasta básica a un rango entre $274.21 y $332.03, según cifras oficiales del MEF. En otras palabras, el 91% del salario mínimo de los jugadores en este sueldo, se destina únicamente a alimentación, dejándolos prácticamente sin recursos para cubrir otras necesidades básicas como salud y transporte. Aunque estos jugadores no representan la mayoría, siguen siendo una parte significativa de nuestra comunidad futbolística.

Además de considerar que es incomprensible mantener la paga mínima actual, es incongruente que se mantenga tal cual, teniendo en cuenta que los derechos de televisión crecieron exponencialmente en el último contrato entre FEPAFUT y las televisoras dueñas de derechos.

Si deseamos llamarnos profesionales, es imperativo que mejoremos los salarios, acercándolos a las necesidades y realidades de nuestra sociedad. Esto se convertiría en un apoyo para que los y las futbolistas de nuestras ligas puedan disfrutar de una mejor calidad de vida, pudiendo enfocarse más plenamente a su vida como atletas. Un aumento al sueldo mínimo no solo serviría para lo previamente descrito, sino que también traduciría los rangos salariales a cifras más atractivas, incrementando la cantidad de futbolistas que emprenden su camino hacia el profesionalismo a través de nuestra primera división masculina y femenina, así como de Liga Prom.